La escoliosis ocurre cuando la columna tiene más de 10 grados de curva lateral, lo cual puedes ver en una radiografía frontal. Después de los 25 grados, los doctores pueden recomendar cirugía. La meta de la quiropráctica es reducir los grados para que esté más cerca a 0. ¿Cuántos grados tienes en tu columna? ¿Tienes escoliosis? ¿Sabías que muchas personas tienen escoliosis pero no lo saben? Cuando la escoliosis es obvia, se puede ver la curvatura fácilmente cuando uno se agacha para tocar sus pies. También, si un hombro es más alto que el otro, o cuando ves una diferencia en el espejo de cierto desnivel, es otra indicación de escoliosis.
Para pre-examinar a tus hijos antes de ir al quiropráctico, puedes medir si una pierna está más larga que otra. Échalo boca arriba en una superficie plana, pon sus pies juntos y vas a ver si hay diferencia. De echo, es como, nosotros, los quiroprácticos examinamos a los pacientes.
Por otro lado, si ya cuentas con radiografías de tu columna, sería bueno que se lo lleves a tu doctor quiropráctico para que las evalúe y pueda determinar si es necesario sacar otra radiografía para ver el progreso de la escoliosis; si esta estable, mejor ó peor. Lo que se hace para evaluar las radiografías es medir el ángulo de curva antes y después de cuidado, depende en la severidad de escoliosis que una persona tiene.
De manera particular, pienso que la escoliosis la podemos comparar con los dientes chuecos y sus diferentes niveles de severidad. Mientras más chuecos estén, más tiempo tomarán en alinearse. Asimismo, sucede con la columna, especialmente con la escoliosis, mientras más severa sea, mayor será el tiempo que tome para alinearse; aunque mucho dependerá de la frecuencia y el compromiso de cada paciente con su salud.
Así es como podemos mejorar la escoliosis, cuidándonos desde la más temprana edad. Cuando prestamos atención a la salud de la columna vertebral, la calidad de vida mejora significativamente. ¡Prevenir y cuidar desde joven es clave para disfrutar de una vida mucho mejor!